Cesar Merlos | Estratega Digital

Qué es la deuda digital

La deuda digital es el conjunto de propiedades digitales de su empresa (sitio web, app, dominios, boletines de correo, etc.) que no están alineados con su estrategia digital y cuyo mantenimiento genera un gasto recurrente.

Es el resultado de no planear a largo plazo para que el ecosistema de propiedades digitales de una organización pueda ser escalable y adaptable a cambios en la industria.

Será más fácil entenderla con un ejemplo. Acompáñenme a ver esta triste historia.

Es 2008 y usted es dueño de una empresa y ve que su competencia lanza un nuevo sitio web animado en Flash. Para no quedarse atrás, usted rápidamente reacciona y lanza su propio sitio web, también animado en Flash. Pero en vez de encargárselo a un estudio web usted contrata  a un joven estudiante para que lo haga.

Dos años después, su competencia lanza una app, a lo cual usted responde lanzando una app elaborada por el equipo de IT de su empresa. La app funciona perfectamente en iOS, pero no en Android, principalmente porque usted tiene un iPhone y su equipo de IT no tenía implementados procesos de control de calidad para desarrollo de software.

Es el año 2012 y su competencia lanza un e-commerce que se puede comunicar con la app y el sitio web (rediseñado en HTML5)  para dar una experiencia de cliente completa.

Usted finalmente decide “gastar” en un estudio web para que haga su e-commerce y lo conecte con su app (versión 5.0 para iOS, versión 1.0 para Android) y su sitio web (¡aún en Flash!). El estudio web le dirá que para poder conectar las 3 propiedades digitales es necesario hacerlas de nuevo. Ahora usted debe pagar por 3 propiedades digitales en vez de una y el proceso tomará 3 veces más de lo planeado.

Felicidades, su deuda digital gira alrededor de los $35,000. Esta es la cantidad que usted debe pagar por el desarrollo del sitio web, e-commerce y app. Sin contar que deberá capacitar a su personal para usar estas nuevas propiedades digitales.

 

¿Por qué pasó todo esto?

Este escenario parece exagerado, pero es bastante común. Muchas veces la persona al frente de la empresa sabe muy poco de digital y ante esa falta de conocimiento se dedica a copiar a la competencia.

No hay nada de malo en no saber de digital. Lo malo es no saber y creer que uno sabe.

Otras veces lo que sucede es que en las empresas se busca “al que más sabe de tecnología” y por lo general se recurre al encargado de IT. Pueden pasar dos cosas: el encargado de IT no sabe “nada de la web” e implementa tecnologías que solo resuelven un problema a corto plazo, o implementa soluciones a gran escala que terminan entorpeciendo la infraestructura digital, como por ejemplo un proceso que requiere llenar 3 documentos para solicitar la actualización de una entrada en el sitio web.

Bien, tengo deuda digital, ¿ahora qué hago?

1- Contacte a un experto para hacer una auditoría de sus propiedades digitales.

Puede ser un consultor, un estudio web o una agencia digital. Este deberá brindarle un reporte detallado de su arquitectura digital, idealmente debería de incluir la arquitectura digital que no es de uso público sino solo de sus empleados (clientes de correo, intranet, etc.)

En el reporte debe detectar proveedores de infraestructura digital y cómo optimizarlos. Por ejemplo, hay empresas que cada vez que compran un dominio lo hacen con un proveedor diferente. Agrupar sus dominios con un solo proveedor y contratar para plazos de 5 años o más le generará ahorros considerables.

2- Cada propiedad digital debe responder a su estrategia digital.

Primero que nada, si usted o alguien de su equipo no tienen clara cuál es la estrategia digital de su empresa, probablemente su empresa no tiene definida una estrategia digital.

Por otro lado, si su empresa cuenta con una estrategia digital, cada propiedad digital debe responder a cumplir los objetivos delineados en su estrategia. Si una propiedad digital no lo cumple, entonces solo está estorbando el desarrollo de su estrategia, y le está costando dinero.

Esto sucede mucho con los “mini sitios” que surgen más como un capricho que como una necesidad.

“Hagamos un minisitio para celebrar los 30 años de la empresa. Compremos el dominio tresdecadascontigo.com y pongamos ahí un video en donde se muestre la trayectoria de la empresa”.

Analicemos como una acción de este tipo genera deuda digital.

Resultados:

¿Cuál fue nuestra deuda digital? Gastamos casi $600 para que 45 personas vieran el video institucional durante 15 segundos.

Un experto digital hubiera recomendado hacer una edición de 30 segundos, subirlo a Youtube y colocar $600 de pauta para lograr un promedio de 25,000 visualizaciones.

3- Defina claramente un roadmap de las propiedades digitales que deben ser actualizadas.

Ajuste su presupuesto en base a este plan. Establezca metas claras que puedan ser medibles en el tiempo.En este plan, debe darle prioridad a los puntos de contacto con sus clientes: sitio web, envío de correos, app. De preferencia empiece por su sitio web, sigue siendo la principal herramienta para comunicarse con sus clientes.

Propiedades digitales de uso interno como intranet y cliente de correos pueden pasar a segundo plano, pero sin duda deben ser considerados como parte de su estrategia digital.

 

4- Elimine todo lo que no sirva.

Dominios que solo se usaron una vez, boletines de correo que nadie lee, la cuenta de Twitter con la que nadie interactúa, la app que tiene 300 descargas. Eliminar la deuda digital requiere quedarse solamente con lo necesario.

Las propiedades digitales generan costos recurrentes que pueden ser optimizados. En vez de tener 5 diferentes dominios para 5 diferentes productos y pagar 5 renovaciones anuales, agrupe los productos en carpetas dentro de su sitio web principal y pague una sola renovación.

No sólo será más centralizado sino que además pagará menos.

3 lecciones importantes


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